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Las cremas de efecto calor sirven para aliviar dolores musculares y articulares, mejorar la circulación sanguínea, preparar los músculos antes de la actividad física y facilitar la recuperación muscular tras el ejercicio, o en casos de contracturas y otras dolencias musculares y articulares crónicas. El efecto térmico que producen ayuda a relajar los músculos y aumentar el riego sanguíneo en la zona.
Para qué se usan las cremas de efecto calor:
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Deportistas:Se utilizan como complemento al calentamiento para aumentar la temperatura muscular, preparar las articulaciones, aumentar el rendimiento y facilitar la recuperación muscular.
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Alivio de dolores:Son útiles para aliviar dolores musculares y articulares causados por lesiones, contracturas, malas posturas o dolencias crónicas.
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Mejora de la circulación:Al mejorar el riego sanguíneo, favorecen la regeneración muscular y ayudan a reducir el cansancio muscular.
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Mejora de la movilidad:Facilitan la relajación de los músculos y mejoran la movilidad de las articulaciones.
Cómo se aplican:
- Limpia la zona: Asegúrate de que la piel esté limpia y seca antes de la aplicación.
- Aplica con moderación: Usa una cantidad suficiente para cubrir el área afectada.
- Masajea suavemente: Realiza movimientos circulares para que la crema se absorba completamente.
- Lava tus manos: Después de la aplicación, lávate bien las manos para evitar el contacto con los ojos o la boca.